06 septiembre 2005

Vagones de Subte de la Línea "D"


Habitualmente viajo en el subte línea “D” desde Congreso hasta Catedral (todo el recorrido). Existen tres tipos de vagones de subte en esta línea a los que califico de la siguiente manera:

1) Viejos vagones de fórmica (reformados hace algunos años para ponerle los asientos laterales). Por fuera son rojos y blancos. Estos son los que más me convencen porque tienen los asientos bien marcados (con el hueco para el culo) y porque además podés poner cosas debajo del asiento (práctico para el bolso de la pileta y el fútbol que acarreo 4 de los 5 días de la semana)

2) Vagones amarillos con asientos de pana azul. Estos ya me caen bastante mal porque los asientos no están marcados entonces vos te sentás en un lugar, otro se sienta al lado tuyo dejando un huequito, viene un tercero que se quiere sentar en el huequito y te tenés que andar corriendo (así varias veces durante el viaje). Además estos no tienen lugar debajo del asiento para dejar cosas por lo que el traslado del bolso se complica.

3) Vagones brasileños Alstom plateados por fuera y con asientos de pana rojo adento. Estos, si bien tienen los asientos marcados como los primeros, tienen el problema de que son extremadamente chicos (tanto los asientos como los pasillos). Pareciera que los asientos están hechos para culos chinos, no para culos argentinos (bastante más amplios). Los pasillos y el lugar delante de la puerta son también ostensiblemente más chicos que en los dos casos anteriores. Considerando que estos son los vagones más modernos me pregunto ¿no se hace ningún estudio de cantidad de pasajeros, frecuencia, capacidad de carga de cada vagón antes de comprar los vagones de subte? Digo esto porque se nota que cada vez viaja más gente en subte, pero en vez de comprar vagones más amplios hacen exactamente lo contrario.

Mi pregunta final con respecto a estos últimos vagones es:

¿Deciden las cosas pensando con los pies?

¿Existe algún tipo de “retorno”?

¿Ambas cosas?